Recomendaciones

GUÍA PARA LA FAMILIA DE UN ALCOHÓLICO    

La familia nunca admitirá que un miembro de su propia familia sea un alcohólico hasta que la enfermedad llegue a un punto crítico, lo que ocurre en un promedio de 7 años. Una vez que se admite que la enfermedad existe, la familia espera todavía algunos años más antes de pedir ayuda profesional.

    Los alcohólicos pueden ser ayudados: y entre más pronto se pida la ayuda, más probabilidades hay de recuperación.    El alcoholismo es una enfermedad que progresa rápidamente y puede llevar a causar la muerte. El síntoma más representativo es la NEGACIÓN, por lo que el alcohólico se encuentra dentro de una fase de resistencia a ser tratado. Si la familia acepta esta negación y se rehusa a romper esta resistencia del alcohólico, entonces el paciente morirá, ya que el alcohol es su bendición psicológica.

 

 LA RECUPERACIÓN COMIENZA CON LA FAMILIA

    El problema básico es adquirir conocimientos y después lograr la madurez emocional y el valor necesario para poner estos conocimientos en práctica. Las personas que son capaces de ayudar a los alcohólicos fuera de la familia pueden confundirse y llegar a ser destructivos si un miembro de su familia llega a ser un alcohólico activo. Esto ocurre con más frecuencia si el alcohólico es el esposo o la esposa.    En realidad la mejor manera de ayudar a que un alcohólico se recupere es removiendo la ignorancia, adquiriendo una actitud adecuada basada en el conocimiento y teniendo el VALOR de practicar estos principios directamente con el alcohólico.    Tratar de forzar al alcohólico a que deje de tomar sin primero aprender a cambiar uno mismo, simplemente hará la situación más difícil.    Inicialmente debemos entender que los problemas del alcoholismo no están en la botella, sino en las personas. Sin embargo, la recuperación no comienza hasta que el alcohólico se retira completamente de la botella y practica la abstinencia continua.    Es aterrador ver cómo el alcohólico controla a la familia. La familia grita, llora, implora, reza y el alcohólico vuelve a tomar y tomar.    Los alcohólicos son impulsados al progreso de la enfermedad cuando la familia es incapaz de hacerle frente a la ansiedad causada por el alcohólico. Esto es, en efecto, parte de la enfermedad. Ni el alcohólico ni su familia son capaces de enfrentarse a la realidad.

 

    El alcohólico NUNCA aprenderá a resolver sus propios problemas en una familia responsable si la familia siempre soluciona el problema, sin antes hacer que el alcohólico se enfrente a él mismo o QUE SUFRA LAS CONSECUENCIAS.

 

    Esta forma de actuar en casa aumenta la irresponsabilidad del alcohólico y por lo tanto la hostilidad, resentimiento y tensión entre el paciente y la familia.        La familia debe evitar el enojo y la ansiedad pues estos contribuyen al progreso de la enfermedad. Los miembros de la familia deben aprender a enfrentarse a sus propios problemas antes de que cualquier efecto de los mismos llegue al alcohólico.    La ayuda más indicada que requiere el alcohólico es ajena a la familia: de Doctores, Psicólogos, Terapeutas, etc., El alcohólico puede seguir negando que tiene un problema con la bebida e insistir en que no necesita ayuda mientras que la familia le proporcione un escape automático de las consecuencias de la bebida. La ayuda para el alcohólico y para la familia debe ser solicitada fuera del círculo de parientes y amigos, preferiblemente debe venir de personas entrenadas en esta área de trabajo.


C O D E P E N D E N C I A

    ¿QUÉ ES LA CODEPENDENCIA? Hemos leído tantas definiciones que nos cuesta mucho trabajo elegir una que nos diga claramente lo que es éste síndrome.     Los codependientes son personas muy comprometidas en sus apostolados y en su vida de fé, que están viviendo verdaderas tragedias en sus hogares y que están aceptando vivirlas con entereza. Sin embargo, al cabo de los años de "llevar su cruz" , caen en depresiones muy serias.    Analizando estas historias nos damos cuenta de que muchas de esas cruces podrían no existir o de que no habría necesidad de cargarlas si tan sólo la persona supiera como PONER LÍMITES , si pudiera expresar lo que siente y si tuviera conciencia de su propio valor como persona.

 

L Í M I T E S

    Los límites son reglas, normas ó acuerdos que dan tranquilidad y permiten una adecuada comunicación familiar y una vida más gobernable y sobria.    Poner límites significa definir las cosas que cada miembro de la familia debe realizar, lo cual implica el respeto hacia sí mismo y el responsabilizarse cada quien de su propia vida.    Los límites posibilitan el desarrollo y el trasgredirlos crea confusión, angustia e inseguridad. En la familia enferma no se respetan, no se establecen ó son demasiado rígidos, lo que significa ser cómplice de la enfermedad y cuando esto sucede los miembros de la familia se invaden uno a otros y no hay organización.    Los límites son personales y se necesitan para tener un orden interno; son un marco de referencia para saber hasta dónde llega la responsabilidad y compromiso propio en la relación de pareja, con hijos y con la sociedad.    Es importante saber que los límites pueden ser flexibles y negociables y que brindan armonía y paz espiritual.


ALGUNOS EJEMPLOS DE LÍMITES SON:

No permita que el alcohólico le mienta y lo acepte como una verdad, porque al hacerlo usted alienta este proceso. No acepte que el alcohólico se pase de listo, porque esto le enseña a evitar responsabilidad y perder el respeto por usted. No deje que el alcohólico lo explote o tenga ventaja de usted porque al hacerlo usted se convierte en su cómplice en querer evitar la responsabilidad. No regañe, culpe, amenace, discuta, alabe ó le sirva licor al alcohólico; usted se sentirá mejor. No acepte promesas, pues es solamente un método de posponer el dolor. De la misma manera no confíe en los acuerdos en que llegue con el alcohólico; si hace un trato respételo. No pierda su temperamento y con eso destruirse a sí mismo. No cubra las consecuencias de la bebida. No permita que al alcohólico beba en casa de usted. No preste dinero ni vehículos al alcohólico. No delegue responsabilidades al alcohólico en donde esté de por medio dinero ó la reputación suya. Sobretodo, no desista en enfrentarse a la realidad de que el alcoholismo es una enfermedad progresiva que va empeorando cuando el alcohólico bebiendo, comience hoy a entender, a aprender y a planear LA RECUPERACIÓN.