INHALABLES Estos representan
un problema muy serio en los niños, puesto que causan daños irreversibles
en el sistema nervioso central. Los inhalantes
son sustancias volátiles aparentemente inofensivas que los niños y jóvenes
utilizan para drogarse. Entre ellos podemos encontrar el corrector liquido,
aerosoles, varias pinturas y thinner, gasolina, pegamentos industriales,
botellas de butil o nitrato de amyl conocidos como “popers” o “rush”,
acetona , laca para el cabellos, esmaltes para uñas; muchos de estos son
artículos domésticos y de belleza que podemos encontrar en cualquier hogar. Para su consumo
se utilizan estopa, pedazos de tela, bolsas, naranjas partidas o directamente
de sus envases. Los nombres más comunes para los inhalantes son chemo,
toncho, FZ-10, pegue, flan, activo y vainilla. El consumo de estas sustancias presenta graves problemas sanitarios.
Sus consumidores son principalmente marginales, especialmente niños, aunque
la adicción también se da con relativa frecuencia en ciertos grupos profesionales.
Las edades más frecuentes del uso crónico de inhalantes son al principio
o al final de la adolescencia. Esto se debe en parte a la invitación o
presión por parte de los compañeros de escuela y amigos, curiosidad e
ignorancia de los efectos tóxicos e inseguridad personal. Lo más importante
es la ignorancia del problema en la casa y la negación de los padres de
que sus hijos puedan tener este problema. Los motivos del consumo se deben
a la curiosidad, aburrimiento, falta de estímulos, desarraigo y anomia.
En el caso de los profesionales, el contacto habitual con las sustancias
puede crear una adicción involuntaria; la adicción voluntaria es menos
frecuente, aunque no excepcional. Generalmente estos productos son fáciles
de obtener y están al alcance del adicto, son muy baratos, y no precisan
de instrumentos para su uso. Asimismo, no es necesario contactar a un
criminal para obtenerlos. Su uso puede hacerse en cualquier lugar, son
fáciles de esconder y difíciles de detectar. Otro factor muy importante
es el desconocimiento de las consecuencias y peligros de su uso. Son causales de dependencia psíquica, pudiéndose presentar
psicosis tóxicas con daños cerebrales irreparables. Los inhalantes producen
una fácil sugestionabilidad, dándose experiencias alucinatorias colectivas,
lo que da ejemplo de la complejidad de la intoxicación. También provoca
sentimientos paranoides y excitación sexual. Se considera que la embriaguez
por inhalantes es de mayor gravedad que la alcohólica, a pesar que los
efectos de la intoxicación no son muy prolongados. Signos y síntomas Estos pueden ser muy variados, dependiendo del tipo de sustancia
química y de la cantidad inhalada o aspirada. Frecuentemente hay olor
o aliento a sustancias químicas, irritación de nariz, labios, boca o piel,
manchas de sustancias químicas o pintura en la nariz, boca, manos y/o
en la ropa. Los ojos suelen estar enrojecidos, algunas veces con movimientos
oculares laterales rápidos involuntarios (nistagmus). Los efectos inmediatos
son: mareos, somnolencia, pérdida del equilibrio, falta de coordinación,
embriaguez, temblores, alteración de la memoria, falta de concentración,
lentitud de movimientos, lenguaje lento e incoherente. Puede seguir un
estado de excitación, tensión muscular, aprensión, agitación, irritabilidad,
cambios en la presión arterial y ritmo cardiaco. Se presentan cambios
de conducta y personalidad, pudiendo presentarse casos de furia histérica
y violencia verbal y/o física. Debido a que el efecto dura de 15 a 45 minutos, el adicto
tiende a inhalar nuevamente la sustancia tóxica. Pueden presentarse nauseas,
vómitos y anorexia. Inmediatamente después del uso pueden presentarse
convulsiones, estado de coma, y muerte súbita por arritmia, fallas cardíacas,
asfixia, o accidente vascular cerebral. Luego de algunas horas, pueden
desarrollarse acumulación de líquido e inflamación de los pulmones (edema
pulmonar), hipoxia o anoxia, neumonías, convulsiones. El uso repetido
o crónico deja daño permanente en el organismo: temblores, falta de coordinación,
pérdida del sentido del equilibrio, reducción de la memoria e inteligencia,
estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales, trastornos del lenguaje
y la memoria, epilepsia, trastornos en la sensibilidad y movimiento de
las extremidades, daño al hígado y riñones, leucemia, bronquitis crónica,
ceguera, sordera, daño cerebral permanente, problemas respiratorios crónicos. Daños físicos CEREBELO: es el centro de la mayoría
de las funciones involuntarias del cuerpo. El abuso severo de inhalantes
daña los nervios que controlan los movimientos motores, lo que resulta
en pérdida de coordinación general. Los adictos crónicos experimentan
temblores y agitación incontrolable. CEREBRO: las sustancias inhalables afectan diferentes
partes del cerebro, provocando alteraciones sensoriales y psicológicas.
Los estudios indican que estas sustancias disuelven la capa protectora
de mielina que envuelve a las neuronas, dañando la corteza cerebral y
pudiendo derivar en muerte celular (irreversible). Esto acarrea cambios
permanentes de personalidad, pérdida de la memoria, alucinaciones y problemas
de aprendizaje. CORAZON: el abuso de inhalantes puede resultar en "Síndrome
de Muerte Súbita por Inhalantes". Las dos sustancias que más frecuentemente
han causado estas muertes son el tolueno y el gas butano. El gas freón
interfiere en el ritmo natural del corazón, causando paro cardíaco. Los
nitratos de amilo y butilo también afectan el ritmo cardíaco. HÍGADO: los compuestos halogenados, como el tricloroetileno
(presente en pinturas en aerosol y correctores escolares líquidos) causan
daño permanente a los tejidos hepáticos. MEDULA OSEA: se ha probado que el benzeno, componente
de las naftas y gasolinas, causa leucemia. MÚSCULOS: el abuso crónico de inhalantes causa desgaste
de músculos, reduciendo el tono y su fuerza. NERVIOS CRANEALES, ÓPTICOS Y ACÚSTICOS: el tolueno atrofia
estos nervios, causando problemas visuales y pobre coordinación de los
ojos. Además, destruye las células que envían el sonido al cerebro. Ello
deriva en graves posibilidades de cegueras y sorderas. NERVIOS PERIFERICOS: Inhalación crónica de oxido nitroso
(propelente) y el hexano (presente en algunos pegamentos y combustibles)
resulta en daño a los nervios periféricos. Los síntomas incluyen: adormecimiento
de extremidades, calambres y parálisis total. RIÑONES: el tolueno altera la capacidad de los riñones
para controlar la cantidad de ácido en la sangre. Este problema es reversible
cuando el consumidor no es crónico y el tolueno deja el cuerpo, pero con
el uso repetido puede derivar en litiasis e insuficiencia renal. SANGRE: Algunas sustancias como los nitritos y el cloruro
de metileno (thinner de pintura), bloquean químicamente la capacidad de
transportar el oxigeno en la sangre. SISTEMA
RESPIRATORIO: la inhalación repetida de pinturas en aerosol resulta en
daño pulmonar. Casos de asfixia se han reportado cuando la concentración
de solvente desplaza totalmente el oxigeno en los pulmones. Además se
presentan graves irritaciones en las mucosas nasales y tracto respiratorio.
Muchos químicos inhalables son potentes agentes causantes de cáncer. Quienes la consumen
creen obtener fuerza y resistencia física y, sobre todo, obtener la posibilidad
de ser la persona que siempre se ha deseado ser. Pero los inhalantes destruyen
todas las defensas del organismo y la fantasía dura unos cuantos segundos
regresando a una realidad infame. |
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CLASIFICACION CAUSAS Y FACTORES FASES
DE LA ADICCION FACTORES DE NEGACION
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