TRANQUILIZANTES Se consumen generalmente
por prescripción médica con el objeto de reducir la ansiedad y angustia
en algunos pacientes, para el tratamiento de tensión y para inducir el
sueño. Se administran vía oral en pastillas y cápsulas, y ocasionalmente
inyectados. Se les conoce como pingas, pastas o chochos.
Los síntomas físicos
más comunes son la incoherencia o torpeza en el lenguaje, la falta de
coordinación, marcha inestable y resequedad en la boca. Los cambios conductuales
se presentan en la desinhibición de los impulsos sexuales o agresivos,
en cambios bruscos en el estado de ánimo, deterioro en el proceso de pensamiento,
atención y memoria, y cambios en actitudes escolares y sociales. Se cree que el
tomar tranquilizantes no es dañino puesto que el médico los prescribe
y que por lo tanto tomar una pastilla más no afecta. Muchas personas le
atribuyen falsas virtudes pensando que desde que los toman su vida ha
cambiado. Sin embargo, la experiencia nos dice que un alto porcentaje
de médicos no conoce el problema de la adicción a los sedantes. Sabemos
también que se vive una vida falsa en períodos cortos de relativo bienestar
y que la tolerancia al consumo de sedantes es cada vez mayor y que para
lograr el efecto inicial la dosis debe ir en aumento. |
INICIO
CLASIFICACION CAUSAS Y FACTORES FASES
DE LA ADICCION FACTORES DE NEGACION
|